martes, 3 de abril de 2012

SEÑOR ALCALDE DE LA NACIÓN.


Señor Alcalde la Nación:

Querría pedirle, siempre desde el respeto, que tenga en consideración el estado que podríamos describir como hostil y hastiado en el que se encuentra su adorado pueblo.
Nosotros somos conscientes, desde nuestra empatía, de que tu soberbia lícita te impide tener un acercamiento más humano y solidario con nosotros. Pero comprendemos tu pose idolatrada por tus copartícipes que relamen tu complaciente deyección que expele tu irritado recto.
Somos comprensibles, nos has hecho saber que, NO es tu intención tiranizar a los trabajadores, estrujar nuestra dignidad, degradar nuestra valía, esputar sobre nuestra estima, autorizar a los empresarios a fornicar, más aún, nuestros desvalorados derechos de forma vil y burlona.
...


Si salimos a la calle es para hacerte saber, siempre desde el respeto, que aunque consideres que no es tu pretensión azotar cruelmente a tu querido pueblo, pero no tienes otra opción, puesto que estamos ahogándonos en una crisis de la cual sólo se puede salir de esta nefasta y absurda manera, que nosotros, tu estimado y anhelado pueblo, se nos han ocurrido vagamente algunas soluciones más justas, respetables, dignas, humanas, competentes, solidarias, eficientes, en fin, algunos remedios más normales que no provoquen estos ten con ten tan desagradables para todos que intercambiamos en ¿insignificantes protestas?

Discernimos, en todo caso, que te veas obligado a abandonar a familias en la penuria cochambrosa que ofrece "tu" emperifollada calle, la cual agradecemos enormemente que permitas a los ciudadanos de este pueblo a utilizar como suya. Estas familias, bajo tu responsabilidad democrática están dispuestas a ser humilladas, vejadas y porculadas por algún patrono codicioso e inepto. Sabemos que has barajado diversas opciones y no has encontrado ninguna menos descabellada, que la expulsar a "los votantes que camuflan tu democracia" de sus hogares, para olvidarlos en el abandono. Pero claro, hay que tener morro, no devolver un dinero, con los intereses correspondientes lícitos, inalcanzable para el vulgo, a los honorables banqueros que con su buena fe nos lo vendieron. Aún así y siempre desde el respeto le rogamos que entienda que nuestra desesperación nos lleve a comportarnos un tanto rebeldes puesto que no es grato ni humano sufrir esta escasez de dignidad humana día tras día.

Comprendemos también, que no sería normal que los cuatro o cinco manifestantes que nos quejamos, por capricho por supuesto, fuésemos a hablar contigo en persona porque nuestra humilde y argumentada opinión no se la transmiten los representantes del pueblo, de los que discrepamos un poco su posición social para ser representantes de nadie, pero hay que joderse, que cuatro perroflautas quieran exigir derechos humanos básicos que no les puedes brindar puesto que todas las casas están ocupadas por honorables ciudadanos.

No es que ocupemos por placer Alcalde, sentimos que no queda otra opción, pero aún así quisiésemos expresarle que nuestra paciencia para aguantar esta situación que nos hace sentir como excluidos forúnculos y que nuestras gónadas se encuentran notablemente infladas para soportar que insensatos uniformados, encargados de defender esos derechos con los cuales estamos mostrando este descontento respetuoso, estaría bien que sepas que estos autómatas violentos que tienen por panacea la obediencia, aunque ello implique hurtar libertad a los que fueron sus semejantes a golpes de odio que les proporciona su ignorancia colosal, que les sitúa por debajo de un estólido inepto... se ven en la obligación de maltratar, golpear, humillar, pisotear, bufonear y enderezar a esos cinco antisistema que perturban la calma de tu dócil pueblo. después de un número tan alto de detenciones, agresiones y castigos, lo sé, raro para que solo sean cinco, pero la prensa que ofrece su querido pueblo se contradice en su ignorancia.
En nuestra exagerada opinión creemos que no debemos permitir que nuestros derechos como ciudadanos, los cuales Dios no tuvo la gentileza de obsequiarnos, sino que nuestras pasadas generaciones lucharon, sufrieron y murieron por conseguir, sentimos que debemos defenderlos, siempre desde el respeto. por ello le pedimos un poco de empatía porque al igual que usted querido alcalde de este pueblo europeo y precario, no es nuestra intención, protestar, reivindicar, manifestar, reclamar creer en la revolución, desaprobar, indignarse, rebelarse, en fin, defendernos, e incluso exigir un poquito de respeto.

Defecar en la educación, hostigar a los profesores, vomitar sobre nuestra sanidad, especular con nuestras vidas, no ayuda para nada a fortalecer nuestra pútrida relación. porque seguimos siendo tu pueblo. tu responsabilidad ausente está provocando una desobediencia que genera una tensión que no nos favorece a ninguno. Por todo ello Señor Alcalde de este Pueblo que apesta a manipulación corrupta, desde el respeto, le pedimos disculpas de antemano, pues al igual que usted, jodemos sin querer queriendo y jodemos a sabiendas de que no será nuestra intención.

Por último, Señor Alcalde, quería rogarle que si no entiende algún aspecto de esta humilde carta en la cual se expresan pequeñas pinceladas de algunas de la diferentes opiniones que tiene su preciado y anhelado pueblo, hágamelo saber, o incluso si le parece demasiado, indíqueme que ha entendido (si es que ha entendido algo) y le escribiré una carta un tanto más coloquial. Puesto que entiendo que NO es tu intención ser un necio ignorante incapacitado para valorar, reflexionar e incluso para pensar. Y para eso estamos, puesto que la carencia de un trabajo digno o indigno, da igual, nos ofrenda un tiempo libre valioso, que no ocupamos en mal gastar tratando de zaherir los orificios de su nariz, o incordiar la tranquilidad de sus cojones, amoldados a sus encarecidos calzoncillos.

Reciba un cordial y emético saludo querido Alcalde.



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